Estación del Tren Escénico de Chapultepec
1927-1928
Bosque de Chapultepec, Primera Sección
José Gómez Echeverría, Cementos La Tolteca
Un edificio que dure toda la eternidad. Eso prometía Cementos Tolteca. El edificio sigue en pie pero no es el mismo. Por la pequeña estación pasaron una infinidad de familias esperando el paso del trenecito. Hoy, a casi 90 años de distancia, los capitalinos recuerdan mejor el tren de la Segunda Sección. Una eternidad pasó por la pequeña estación y más volúmenes de cemento y acero aparecieron y desaparecieron con los años.
Con la remodelación del Zoológico en la administración de Carlos Salinas de Gortari, Legorreta Arquitectos le añadió una rotonda, le quitó el rastro de estación de tren, incluídas sus vías, y lo pintó de amarillo, uniformizándolo en el lenguaje previsible del despacho junto con el resto de sus edificios del complejo. Aunque quizás contribuyendo a que siga en la lucha por ser eterno.
Con la remodelación del Zoológico en la administración de Carlos Salinas de Gortari, Legorreta Arquitectos le añadió una rotonda, le quitó el rastro de estación de tren, incluídas sus vías, y lo pintó de amarillo, uniformizándolo en el lenguaje previsible del despacho junto con el resto de sus edificios del complejo. Aunque quizás contribuyendo a que siga en la lucha por ser eterno.
A building that lasts forever. That was what Cementos Tolteca promised. The building stands today but it is not the same. A myriad of families passed through the small station, waiting for the mini train’s arrival. Today, almost 90 years after its completion, chilangos might have better recollections of another train in the Second Section of Bosque de Chapultepec. An eternity went by at the small station, and other volumes of cement and steel appeared and disappeared over the years.
With the refurbishment of the Zoo during the administration of Carlos Salinas de Gortari, Legorreta Arquitectos added a roundabout, removed the traces of the train tracks, and painted it in yellow so as to standardize it with the firm’s visual language along with the rest of its buildings in the complex. Perhaps, however, this contributed to its continuous struggle to be eternal.
With the refurbishment of the Zoo during the administration of Carlos Salinas de Gortari, Legorreta Arquitectos added a roundabout, removed the traces of the train tracks, and painted it in yellow so as to standardize it with the firm’s visual language along with the rest of its buildings in the complex. Perhaps, however, this contributed to its continuous struggle to be eternal.